Boca cerró su participación en el Grupo C del Mundial de Clubes 2025 con un empate 1 a 1 frente a Auckland City, en un encuentro disputado en el Geodis Park de Nashville que marcó el final de un torneo que terminó dejando sabor a frustración para el equipo argentino. Necesitaba golear por al menos seis tantos y esperar una caída de Benfica ante Bayern Múnich. Nada de eso ocurrió: las Águilas portuguesas ganaron su partido y, en simultáneo, los dirigidos por Miguel Russo no pudieron imponerse ante un equipo compuesto por futbolistas amateurs.

El partido fue dirigido por el sueco Glenn Nyberg y tuvo un desarrollo accidentado. A poco de iniciado el segundo tiempo, fue demorado por una alerta de tormenta eléctrica. Para entonces, Boca ya conocía la noticia que lo sacaba de la competencia: Benfica había superado 1 a 0 a Bayern en el otro partido del grupo y se adueñaba del primer lugar.

En la primera parte, Boca generó varias situaciones pero chocó con su propia ineficacia y con la figura del arquero Nathan Garrow. Un cabezazo de Merentiel al travesaño y un remate de Carlos Palacios al ángulo marcaron las oportunidades más claras. El 1 a 0 parcial llegó a los 25 minutos del segundo tiempo con una cuota de fortuna: Di Lollo cabeceó al palo, la pelota rebotó en el cuerpo de Garrow y terminó en el fondo de la red.

La respuesta de Auckland City no se hizo esperar. Christian Gray le ganó la posición a Rodrigo Battaglia tras un tiro de esquina y puso el 1 a 1, el primer gol del conjunto neozelandés en el torneo. Instantes después, el partido fue interrumpido por razones climáticas, lo que cortó el ritmo del juego y dejó a Boca sin reacción.

En la reanudación, Russo movió el banco, pero el equipo siguió sin respuestas. Merentiel marcó el 2 a 1, aunque el VAR anuló el tanto por una mano previa de Zenón. Boca, ya eliminado, buscó evitar una despedida con gusto a papelón, pero no logró quebrar la igualdad.

El empate fue celebrado con euforia por los jugadores del elenco oceánico, que venían de recibir 16 goles en dos partidos. Para Boca, la igualdad significó el cierre de una participación que había comenzado con ilusión pero terminó en decepción, lejos del nivel mostrado en los cruces frente a Benfica y Bayern Múnich.